jueves, 3 de febrero de 2022

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE – 30 –

 

La voz que siempre quise es un insulto

mientras sangra indolente la  libertad perdida,

así como fue la  mirada al futuro de aquel extraterrestre

que trajo ambrosias soñando amaneceres

desde la libertad de las tierras que amé en tu piel sobre el campo,

en vuelo de cigüeña sobre aquel campanario donde tañen campanas

cuando canta mi piel uniéndose a tu grama.

 

Puede dormir tranquilo el mundo y sus secuelas,

no voy a morir más, ni aunque claven espuelas

en valles y montañas para  comer entrañas de las viejas batallas,

o sustenten algunos el hambre de violencias.

 

Mi nombre está en vosotros desde que fuisteis hombres

mi nombre es transparente y un tesoro por siempre

con los ojos abiertos, regalando en las manos

la tierra que pisáis siendo el barro y las piedras

y temprana la sangre en deuda de una raza.

 

Hubiera sido un pago perfecto entre el amor y hormigas

dejando a las cigarras perdiendo su color poco a poco

sin importar riquezas muriéndose  al invierno,

ser junto a mis ovejas como cientos de muertos

bajo esos ramajes, los que piso a diario,

para mi me guardo los pies con los que piso

el lodo de la vida que se ampara a mis brazos

con esos algodones  que me hacen llorar.

  

Se me llevan los sueños, mis costumbres, mi lengua,

aquellos  viejos tiempos cuando  dormían en mi

la alegría de un pueblo, aquella algarabía

gozando de  riquezas  de rozarnos las alas,

en colchas de alabastro, el colchón en la tierra 

epitafios de raso, rojos lazos de seda blanca  ensangrentada,

un adiós, un hasta siempre y un te quiero en cenefas.

 

Se fueron separando  las tribus entre varias especies

sin saber ser regalo, sin querer tropezar ni escoger la montaña

lavándose las manos, no querer defenderse de enemigo cualquiera

reposando la espada que defiende la cueva.

 

Sé la voz que deseo, la de la piel de toro que configura el cielo,

ese donde descansa  nuestra historia por siempre,

como sangre dormida clavada en nuestras sienes,

aunque fuera un invento la tierra donde vivo

yo la defiendo igual  que se defienden del ataque los perros,

cuando se adentra el pánico o los rodea el fuego.

 

Todos somos culpables por querer hacer ley los horrores ajenos

llevando a los engaños a quien os alimenta con sudor y trabajo

que les brota del alma, no se por que letargo o cual adormidera

se os han ido entregando las riendas de las piedras, de genes,

de dragones, de glaciares, de hiedras, olvidándose rumbos, anhelos,

olvidando también que somos como plumas que se unen a tierra

huyéndonos del cuerpo, de aquellas enseñanzas para evitar las trampas,

para olvidar los sueños.

 

La voz que nos abraza es un sueño de ideas traídas de verdades,

como el canto de un ave o el graznido de cuervos,

son voces fugaces, gritos de universos, son gotas de lluvia,

vidas deshaciéndose que se están muriendo en sombras y en añicos

trozos de poemas de unas ramas rotas por el desaliento,

nunca preguntéis ¿Cuántos sentimientos rompen sus cristales?

¿Cómo los desiertos ansían cataratas? Y vuelves los ojos a la piedra en pila

que sirvió de entrada a las falsedades que nos malvendieron.

 

La sombra recuerda  todas las esquinas, y la voz que quise

la veis en el aire, la oís en las aguas y sirven de espejo

y con sus reflejos soñáis esos sueños que allá se escribieron

desde los alientos regados de orgullo  en las soñolientas 

y grises auroras, donde soledades  nacen en las horas

al calor de venas y al brillo de arenas en flor en superficie

y esos desencuentros cuando se recuerdan

el viento que empuja tu boca y la mía a unirse en un beso.

 

Esa voz que tengo ya no se imagina durmiendo contigo

ni escuchar consejos ni el agua en los ríos, se limpia los ojos

descubriendo un niño que cambio en el tiempo perdido en olvidos

buscando una voz, la que siempre quiso entregar  umbrales

a honores perdidos por esos felones los del egoísmo

ahogando sonrisas entre las  ofensas por un latrocinio bajo  cementerios

y aun se alimentan de las ironías, cerrando las bocas de aquellos que han

ido devorando a hombres por licantropía llenando sus venas de sangre

de otros, eructando muertes que ellos denominan derechos adverso de la economía.

 

La voz que siempre quise, la quise sentir como nuestra lucha

por esa venida a este planeta de la raza humana,

sentir como una lucha casi apresurada,

no sirvió  de nada cuando nos hablamos como en un tumulto

todos a la vez, sordos   estaban todos, sordo estaba el mundo.

 

 

Quite vestiduras, me puse las mías, entré  en mi nave  y salí de allá,

la tercera vez daremos amor a otras alimañas,

 esta que fue el hombre fue como guadaña para este  planeta  azul

al que estos animales semiinteligentes lo llamaron tierra.

 

Chema Muñoz©

 

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE – 28 –

 

La voz que siempre quise me retrotrae

a aquellos principios de este mundo,

a aquella evolución  de azules, de los rojos de un cielo

que fue tomando forma para darle cobijo a la naturaleza

vagando por orillas, por ir siendo en tiempos venideros

la base de la vida que hoy vive en su contra.

 

Es esa voz antigua que llenaba el silencio

y florecía pubis hambrientos de crianzas,

desde esa tierra virgen por sembrar esperanzas

en vientres deseosos de una humanidad.

 

Se oía esa voz y el murmullo del mar

superando a los truenos al llorarse las nubes.

 

La voz que yo deseo crepita en los incendios

y el canto de las aves le sirve de coral,

por eso yo la quiero, porque abraza sonidos

llenos de la armonía del llanto de ese hijo

que acaba de nacer, es una voz inocua

que se roza en la arena de playas y desiertos,

acariciando estelas que forma el arco iris,

que se amarra a la barca de Orfeo y de Acaronte

en ese brillo intenso del óbolo a pagar,

escondido en la lengua por no vagar cien años

después de los entierros por ríos de la muerte.

 

¿Quién pudiera tenerla y saber que te entiende

con claridad la tierra  y todos dentro de ella?

sería formar parte de todas las moléculas,

del bien de la creación y disfrutar de ella sentado

 en la ladera de la constelación a la que perteneces.

 

Chema Muñoz©

 

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE – 29 –

 

Hay una racha de viento sobre mi cabeza

con esos decibelios de una música única

que resuena en estanques que configura el alma.

 

Se abre en un suspiro, se cierra con el hambre

de ser de nuevo libre como libre es el aire,

y se huye de mi buscando realidades.

 

En mi pecho se invernan los barrancos de vida,

las miradas vitales, las caricias, la voz que  tanto tiempo busco.

 

Se esconden con el miedo con un soplo de hielo

donde duermen mis venas, donde vive mi sangre.

 

Se enmudece mi voz entre cuerdas vocales

que serán del futuro cuando puedan usar mentiras y verdades

y roben al destino el futuro que viene.

 

Le espío su camino, quiero saber si sale  

de la zona abisal que le tienen prevista,

o en pos de libertad se pronuncia a su antojo

aun sintiéndose presa detrás de su silencio.

 

Y la voz tomó vida enhebrando palabras nacientes del recuerdo,

de promesas venidas de detrás de las piedras, de aquellas pesadillas,

del tic tac del reloj colgado de vidrieras en el vacío  que existe

entre Dios y la tierra.

 

Ya  me dieron la voz, la voz que siempre quise

pero cerré la boca y  se fundió en el tiempo y la durmió un eclipse,

ahora la reclamo como mi voz de siempre la que fue mía entonces,

la voz que siempre quise.

 

Chema Muñoz ©

 

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE – 27 -

 

Ha estado vociferando ya  esa voz que  se desea

cuando otros lambrucean sin ánimo de decir nada

los ecos  que  a veces sobran de quien otorga y se calla.

 

Y me canso de esperar que la griten  como un coro

y que corneen como un toro las mentiras que  nos cuentan

estos que tanto comentan estar dentro de  razones

mientras comen las raciones que creen que nos alimentan

y pasan de las reacciones de quien se enfrenta a afrentas 

de un cobarde sin principios  que luce en donde sobran

los cabestros o nos vende los toros sin cornamentas.

 

No deben tener espejos, o habérselos roto  antes

porque se viven distantes del albero, de la arena,

de la verdad, de costumbres y se viven en herrumbres

en las escorias que crean y se creen  parte de historias

que inventan con esa voz de vagos y maleantes,

porque creen que un hombre  vale, solo cuando en la noche

se cuela con antifaz para taparse las fauces

escondiendo la grandeza que un hombre ha de tener

cuando oculta su dolor, cuando lucha defendiendo

la luz de las cobardías, cuando de noche o de día lleva la mirada al frente,

ufana, la altivez de un  ser humano que no se  arrepiente nunca

de ser como como debe ser un hombre  en  valentía constante

con la verdad por delante venciendo a las cobardías.

 

Yo de niño las vencía ¿Cómo a quienes denominan presidentes de naciones dejáis 

presidir sin logros, sin tener nuestros arrestos para vencer la malicia?,

si solo se benefician del las miserias de otros, mientras calláis como tontos

dejando que se evaporen libertades, y alegrías, mientras  ellos llenan arcas

como se llenan de sangre aquellos que adoran solo la licantropía.

Una estaca ahí en el pecho y se les acaba el cuento y todas las tonterías.

 PUES LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE  DUELE

CUANDO LOS QUE  LAS ESCUCHAN SON LOS QUE HACEN TROPELIAS.

 

Chema Muñoz©

 

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui

sábado, 22 de enero de 2022

     

   

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE – 26 –

 

Tengo en la mano un Dios que  muere y nace cada plenilunio,

que vive y dibuja  entre los silencios  gritos de colores,

tarde de alegrías y  tristezas cuando el día muere,

y se va perdiendo la luz al nacer los sueños.

 

Tengo en mi voz  la cuesta invisible de una voz oculta,

de un alma viajera, que vive donde nadie quiere,

que muere donde nadie espera.

 

Es esa voz loca como los preludios huérfanos de ideas

que se van perdiendo sin dejar la huella sobre los caminos,

sin mostrar razones entre los racimos de horas perdidas,

entre acantilados donde la vergüenza  confunde el perdón

con las ilusiones de un mundo pequeño detrás de una máscara,

delante de un ceño de rabia y vacíos acunando el frio que da el abandono.

 

Ahora, viven  lejos esas voces solo en el recuerdo,

Aunque   me hacen daño recordar la ausencia,

esa parsimonia desde haber nacido

hasta hacerte un hombre en la soledad

cubriéndote el tiempo, buscando verdades,

ternura en las manos, deseando un beso

perdido entre hermanos que sumaban días como en un rebaño.

 

El miedo al futuro, esa oscuridad al ¿Qué será de mí si me quedo solo

antes de ser hombre sin saber amar, de morirme antes de hacer el amor?

de serme sin hijos  en la despedida, reclinar mi historia en la soledad

y esa oscuridad tétrica, helada, de un pobre epitafio deseado antes

para darle luz a las alegrías, tapando la boca a las ironías,

abrazando al fin toda libertad.

 

Chema Muñoz ©

 

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui

miércoles, 19 de enero de 2022

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 25

 

   A veces esa voz la escucho en sueños,

   me trae y lleva como  ermitaño

   por la abisal profundidad de nuestros mares,

   venciendo al alma ese trajín al que poetas

   los que se fueron a ese otro plano, los que ya muertos

   me traen y llevan por ilusiones,

   por el  silencio de un sueño amargo.

 

   No es mi voz, es la de ellos y no es esa la voz que quiero,

   ni son mis tiempos, ni mis tristezas, ni los amores que me interesan,

   mi voz, quiero que sea como infinita, inolvidable por quien la escuche,

   que se dibuje en los deseos.

 

   Fueron las suyas voces de adioses y de abandono,

   sin un mañana, fuera del cuerpo en horizontes de vertederos,

   solo arropadas de soledades, de odios internos hacia un futuro

   de hambre y harapos  con la cordura de una serpiente

   envenenada como mucosa  que da la piel, la de los sapos.

 

   Y leo a veces un alfabeto incomprensible, donde sonríen y dan la espalda

   como los gatos de madrugada, caen a pedazos llantos y noes 

   en las lagunas que crean los ecos de la palabra y las plazuelas

   son las salidas como ventanas, viajar despacio a hombros del viento

   como una sombra la de esa voz que siempre quise fugaz, enorme, ilusionada,

   que asciende a cielos tan trasparentes como promesas  que van al agua.

 

Chema Muñoz ©  

lunes, 17 de enero de 2022

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 24

 

Es esa voz que ruge y hace temblar a onerosos

y enardecer de paz a los que  mecen el  silencio,

es esa voz que arrincona el desprecio por aquellas enseñanzas

del consejo de ancianos, es esa voz de los que son

como siempre han sido aquellos principios naturales,

el aliento a los  más débiles, los aplausos a los que dan

sin animo de recibir  ni exigir prebendas, ni obsequios,

porque en ellos germina la semilla de la valiente libertad

sin  daño alguno, sin que la soledad haga mella en ellos,

porque está en ellos siempre la misma naturaleza del bien.

 

La voz que he de querer siempre sobresale de despojos y cenizas,

no concibe el no por egoísmo, ni el sí por latrocinio,

ni el coraje equívoco de cosechas ni prebendas de otros,

ni ahogar la sonrisa de familias enteras, ni esconder bajo esteras

lo sucio de sus hábitos mancillando esperanzas de ninguna raza.

 

No busques  nunca mi voz  entre ofensas ni entre umbrales de la muerte,

ni entre el abandono de honores perdidos por los felones

que debieran ser echados como cobardes traidores por todas sus felonías,


Siempre quise  voz sublime como la voz de la vida sin las injurias perversas

que se visten de mentiras, que cortan como guadañas de la infancia la sonrisa.

 

Quise siempre voz con la calma del calor humano, la del adiós cristalino,

la que da emoción y calma, esa voz entre montañas con la cordura de ser

ser humano y no alimaña.

 

Chema Muñoz©

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 23

 

La voz que siempre quise,

me ha llevado casi siempre al umbral de los sentidos,

desde aquellas sensaciones que se tiene cuando niño,

unas de naturaleza limpia como el agua de los ríos,

otras  gestándose monstruos, delirios a lomos de los caminos

que se inventan si te patea  la muerte, por las lunas,

por la suerte de resultar vivo un día en luchas de libertad.

 

Pero hemos de esperar a crecer como un almendro,

florecer como los juncos espigándose  en la altura,

con la piel de los quebrachos apretándose los labios

en esos besos al sol que amanecen a horizontes.

 

Es lento, muy lento caminar por las riberas

viendo  la espuma en sus olas y sintiéndose el temor

del rugir bajo las aguas, bebiéndose los aromas

que  duermen en la memoria.

 

La voz que siempre quise,

se la llevan las respuestas al sentir cerrar las puertas

confundiendo las verdades, las sombras de las laderas,

y el hambre de las caderas que empiezas a vislumbrar

cuando se va la niñez y te viene ese vacío  que se dibuja en la carne,

que se derrama en los sueños y  que se pierde  en la seda

que te abraza cuando duermes.

 

La voz que siempre  quise,

es la voz  adolescente inventada en la esperanza

ocultando los misterios, descubriendo en senectud

no haber cambiado en el tiempo, seguir siendo  viejo y niño

un poeta mentiroso dibujándome solsticios donde poder dormitar

bajo un mármol del olimpo.

 

Chema Muñoz©


jueves, 6 de enero de 2022

Siempre He Vivido

 SIEMPRE HE VIVIDO-

YO QUE SIEMPRE HE VIVIDO
COMO PERRO ESCONDIDO
QUE COMÍA DE TI  UNA VEZ POR SEMANA
NO SABÍA MUY BIEN SI DENTRO DE LA CAMA
O SI POR FUERA O POR DENTRO
DE AQUEL MONTE DE VENUS
ENTRE PECHOS DE DIOSA A LA LUZ DE LUNA
EN LAS HORAS MENGUANTES DE UNA BOCA MENUDA
YO NO SE DONDE ESTUVE ESCONDIDO ESTOS AÑOS
COMO  MONJE ERMITAÑO  ESPERANDO UNA CARTA,
UNA VOZ QUE  SE OYERA POR LAS NUBES QUE CUBREN
AQUELLA CARRETERA.

QUE VOLARA LA FALDA EMPUJADA POR VIENTOS
ESOS HURACANADOS QUE SALÍAN DE MIS VENAS
YO NO SE COMO CABEN  MIL VIDAS
DENTRO DE UNA MALETA
Y NO SE QUE PUÑETA HE PERDIDO
POR HABERME TENIDO O POR MIEDO ESCONDIDO
 DETRÁS   DE TU CARPETA.

UNO NUNCA IMAGINA EL PODER DE PALOMAS
CONTRA EL DE LAS CONCHAS
CUANDO TE ATACA EL HAMBRE
POR BEBER DE UNOS BESOS,
LOS DE AQUELLA SIRENA DEL ASFALTO DEL PUEBLO
EN UN BANCO DEL PARQUE A LAS TRES DE LA TARDE
OYENDO LA LLAMADA  DE LA NATURALEZA
Y PEGÁNDOTE EL PEGO POR TODAS ESAS  PARTES
SENTADAS FRENTE AL  SOL.

MALDITA JUVENTUD SIEMPRE CON LA CABEZA
DENTRO DE UN AGUJERO, MALDITA JUVENTUD
JUNTO A LOS PENSAMIENTOS EN LA TESTUZ DE UN LOCO
DE UN LOCO POR DINERO POR DINERO
POR TODAS LAS LLANURAS  CON LA CABEZA ENTERA
DENTRO DE UN AGUJERO  COMO EL DE  UN AVESTRUZ

YO QUE SIEMPRE HE VIVIDO COMO PERRO ESCONDIDO
METIENDO LA CABEZA EN UN MONTE DE VENUS
DENTRO DE UN AGUJERO COMO UN AVESTRUZ
Y COMÍA DE TI UNA VEZ POR SEMANA.

CHEMA MUÑOZ©

 

 

 

Escuchar en audio aqui!!!! 

lunes, 3 de enero de 2022

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 22

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 22

 

Esta voz  que quise siempre es como de caña húmeda,

no necesita de gritos, tan solo de la corona que da el palmito

de la razón, que la sinrazón se extiende como la lepra en el alma,

y resuena en corredores ocultos y salta todos los muros

y derriba las murallas arrasando serafines y devorando la paz.

 

Esta voz  que quise siempre es como el llanto de un niño

cuando se aferra a la madre para obtener su crianza,

no como muchos se creen, dejar secos los sembrados,

alejándolos de ti  para llenarse la panza.

 

Me sirve la voz que quiero para hablar de libertad,

para alejar de la infamia, del odio, de la maldad

todo aquello que se acerca so pretexto de adorar

el engaño y la miseria que te quieren regalar aquellos

que con sus gritos atraen caballos de sangre,

encerrándote en infiernos no para abrirte a los cielos.

 

La voz que siempre quise es como esos caballos blancos

recubiertos con el aire  y ese azul nube blandiendo

las crines con que abanican  las espumas de los vientos

ondeando cual bandera el final de las desgracias,

el sabor de las almendras, el sonido de las fraguas

 y el crotoreo de cigüeñas.

 

La voz que siempre quise la escucho al amanecer

cuando me miras despacio como cuando me acaricias,

solo por ver erizárseme los vellos, la luz que como farolas

se me agolpa entre los ojos y te cubre la mirada,

como de seda la capa cuando  duermo en el desierto

que me imagino contigo, cuando te siento el aliento

tu boca junto a la mía yo soñándote en tus ojos,

mientras tus ojos durmiendo,

 

Chema muñoz©

jueves, 30 de diciembre de 2021

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 21

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE -21-


No es la voz en realidad  esa voz que siempre quise,

es la eterna necedad de tonos grises que afloran

cuando se nace la aurora y se apaga en soledad.

 

La soledad de los tontos, de los  viles que se encuentran

denunciados por doquier sin querer reconocer

que son viles de nacencia.

 

La voz de mi soledad, no se cansa porque mira

a horizontes de sus venas, y hace de las mañanas esas voces

de verbenas que dan dolor a los muertos que envidian

las luces de calaveras, el charol de las arenas que cubren

barbechos y tumbas y sangrándoles el pecho

se oyen por las esquinas vestida de libertad

el rugir de la verdad cantando por peregrinas.

 

 Mi voz  es de gitano cuando termina la fiesta

cuando al acabar la siesta  se levanta  con la herida

y en las manos  trae  desnudas las huellas con que atropellan

sus sueños y le queman las estrellas.

 

Mi voz duerme en libres corrientes, y se esconde entre las sombras,

se despide  del silencio en la locura de montañas con las manos temblorosas,

mi voz es ese equilibrio junto a las voces que vuestras rompen ante las puertas

de toda la esclavitud, se hace gigante, ajena y presente, con la testuz de un volcán

alzándose en ese rastro que se da  la cobardía que nace de sus miradas.

 

Mi voz se ríe a horcajadas  de todo lo que se ve, de lo que oculta la noche,

de ese único momento donde la vida y la muerte  solo son el sentimiento

de un miedo  casi eterno que confunde los encuentros de virtudes y defectos,

y desencuentros que llevan desde siempre, desde dentro,

que se pierde al horizonte y  muere al recuerdo de un beso.

 

Chema Muñoz©

Al Final de la Pagina Todos los Audios de Los Poemas

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui 

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 20

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE – 20 –

 

La voz que siempre quise no es mi voz, ni la tuya,

ni siquiera el resquicio del graznido de un cuervo,

ni risa de una hiena, ni el quebradizo ruido de una rama reseca.

 

Mi voz son esos cantos de las gotas de lluvia

llorando en un quebranto por no llorar en selvas

que estamos  deshaciendo, arruinando las vidas

que están muriendo al fuego por manos de un demonio.

 

Mi voz es testimonio  de los que fueron antes,

de los que somos hoy y de los venideros,

es la voz de pedazos de tierra  al desaliento,

de sombras, de recuerdos de marcas de ternura,

de los que  se han marchado dejando en sus balcones

banderas y el acento de la muerte en las manos

de un cobarde furtivo con la sangre en sus manos,

con su flecha en el alma del gozo hecho añicos.

 

No me preguntéis cuantas voces, ni cuantas palabras

caben en mi voz, se ensamblan en ella logros sin  destreza,

gritos de victoria y todo el material para un poema.

 

No me preguntéis cuantos sentimientos

ni cuantos lamentos rondan mi cabeza,

se apagan las  horas de  nuestra nostalgia

y se enciende versos dentro de las manos,

cada mañana es una catarata desde las llamadas

de poetas muertos desde los desiertos,

luces que se apagan y se encienden besos en las almohadas,

juego a la pelota con las mil palabras que me picotean 

casi a contratiempo por no tener tiempo de gritarlas todas,

y se vuelven turbias como aquellas nubes

puestas a secar en el tendedero que  puso mi madre

para desnudar la pila de piedra.

 

Me grita la hiedra por querer la voz  alta como las montañas

y las musarañas me piden consejo de donde esconderse

cuando cae la lluvia por sus entrecejos.

 

La brújula pide donde le escondieron nortes y arco-iris,

por donde se fueron  aguas y esos vientos que no son del pueblo

que no arrastran ya ni te llevan más hacia ningún puerto.

 

Pero grita el alma otra vez de nuevo desgarrando el tiempo,

esa libertad que él mimo se lleva como en un relámpago

a pesar de todo y a pesar del sol.

 

La sombra adelanta  tras de las esquinas 

el terror que cuelga desde los barrotes,

desde las letrinas del  trozo de celda que me corresponde,

se oyen los pasos ensordecedores  sobre el pavimento

y no oigo mi voz cantando el lamento que cantan los dioses,

desde sus estadios suena la campana, llega ya la noche

y mi voz se calla, quiero oír sirenas allá en los silencios

desde las espumas del mar en su orilla llorándole al viento.

 

El sabor a sal dentro de mi boca  me corta el aliento

la piel se transforma en corteza de árboles enterrando muertos

con su propia piel, con los pies descalzos, se viene el otoño

y el cañaveral me sirve de cuna para descansar.

Y la voz que quise la veis en los campos e imanta fantasmas

Que son como andrajos  dentro del camino,

como la sorpresa de  estar en reflejos de ese espejismo

que muere en la espalda por el peso en años

y el suspiro triste casi soñoliento envuelto en olvido.

 

La voz que siempre quise recogió mi libro,

mi fusil, mi aliento, mi orgullo, mi historia,

se nació en mi estirpe, morirá conmigo.

  

Chema Muñoz ©

 

Al Final de la Pagina Todos los Audios de Los Poemas

Indice Aqui  

Pagina Principal Aqui