LA VOZ
QUE SIEMPRE QUISE 22
Esta
voz que quise siempre es como de caña
húmeda,
no
necesita de gritos, tan solo de la corona que da el palmito
de la
razón, que la sinrazón se extiende como la lepra en el alma,
y
resuena en corredores ocultos y salta todos los muros
y
derriba las murallas arrasando serafines y devorando la paz.
Esta
voz que quise siempre es como el llanto de
un niño
cuando
se aferra a la madre para obtener su crianza,
no como
muchos se creen, dejar secos los sembrados,
alejándolos
de ti para llenarse la panza.
Me sirve
la voz que quiero para hablar de libertad,
para
alejar de la infamia, del odio, de la maldad
todo
aquello que se acerca so pretexto de adorar
el
engaño y la miseria que te quieren regalar aquellos
que con
sus gritos atraen caballos de sangre,
encerrándote
en infiernos no para abrirte a los cielos.
La voz
que siempre quise es como esos caballos blancos
recubiertos
con el aire y ese azul nube blandiendo
las
crines con que abanican las espumas de los
vientos
ondeando
cual bandera el final de las desgracias,
el
sabor de las almendras, el sonido de las fraguas
y el crotoreo de cigüeñas.
La voz
que siempre quise la escucho al amanecer
cuando
me miras despacio como cuando me acaricias,
solo
por ver erizárseme los vellos, la luz que como farolas
se me
agolpa entre los ojos y te cubre la mirada,
como de
seda la capa cuando duermo en el
desierto
que me
imagino contigo, cuando te siento el aliento
tu boca
junto a la mía yo soñándote en tus ojos,
mientras
tus ojos durmiendo,
Chema
muñoz©
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