lunes, 17 de enero de 2022

 

LA VOZ QUE SIEMPRE QUISE 23

 

La voz que siempre quise,

me ha llevado casi siempre al umbral de los sentidos,

desde aquellas sensaciones que se tiene cuando niño,

unas de naturaleza limpia como el agua de los ríos,

otras  gestándose monstruos, delirios a lomos de los caminos

que se inventan si te patea  la muerte, por las lunas,

por la suerte de resultar vivo un día en luchas de libertad.

 

Pero hemos de esperar a crecer como un almendro,

florecer como los juncos espigándose  en la altura,

con la piel de los quebrachos apretándose los labios

en esos besos al sol que amanecen a horizontes.

 

Es lento, muy lento caminar por las riberas

viendo  la espuma en sus olas y sintiéndose el temor

del rugir bajo las aguas, bebiéndose los aromas

que  duermen en la memoria.

 

La voz que siempre quise,

se la llevan las respuestas al sentir cerrar las puertas

confundiendo las verdades, las sombras de las laderas,

y el hambre de las caderas que empiezas a vislumbrar

cuando se va la niñez y te viene ese vacío  que se dibuja en la carne,

que se derrama en los sueños y  que se pierde  en la seda

que te abraza cuando duermes.

 

La voz que siempre  quise,

es la voz  adolescente inventada en la esperanza

ocultando los misterios, descubriendo en senectud

no haber cambiado en el tiempo, seguir siendo  viejo y niño

un poeta mentiroso dibujándome solsticios donde poder dormitar

bajo un mármol del olimpo.

 

Chema Muñoz©


No hay comentarios:

Publicar un comentario